Preguntas frecuentes

Por supuesto. El libro de firmas se utiliza el día de la boda para que todos los invitados puedan dejarnos un mensaje, que quedará para el recuerdo y que muchas veces es tan importante (por lo menos a nivel emotivo), como el propio álbum de la boda.

Podemos personalizar el libro de firmas de múltiples formas y en múltiples formatos, acompañándolo de fotografías de los novios tanto de estudio, como de la preboda, como hechas unos días antes. Se prepara con relativa rapidez y es un recuerdo inolvidable.

Claro, de hecho suelen ser de lo más divertido. Para los que no lo sepan (o no se imaginen), las prebodas suelen ser las reuniones de amigos que se hacen antes de la celebración, por ejemplo el día antes de la boda. Suelen ser un momento muy divertido donde los novios se juntan con amigos que en algunos caso hace tiempo que no ven, que están lejos, etc…

De aquí también se pueden sacar unas buenas fotografías que podemos utilizar posteriormente en el libro de firmas.

Es una práctica habitual que las iglesias «obliguen» a los padres a escoger un único fotógrafo para el día de la comunión (razonable teniendo en cuenta que hay comuniones con muchos niños y niñas y se haría dificil si cada uno llevara su propio fotógrafo).

No obstante, sí es habitual, que aunque haya un fotógrafo «oficial» para quitar las fotos en la iglesia, hagamos por ejemplo las fotografías previas que se utilizan para las invitaciones a la comunión o los recordatorios que se entregan ese mismo día. Incluso para hacer una sesión fotográfica una vez finalizado el rito de la comunión en la iglesia.

Si necesitas ampliar información al respecto, tanto para hacer las fotografías de la comunión para tu hijo/a como para que os pasemos una propuesta a todos los padres, no dudes en ponerte en contacto con nosotros a través de nuestro formulario de contacto.

Lo habitual son 2-3 meses desde la fecha de la boda, dependiendo del tipo de trabajo, tipo de álbum, etc… En todo momento se informa al cliente de las diferentes opciones, tanto de formatos como de acabados, dificultad de los mismos, si supondrían o no una variación en el tiempo de entrega, etc…

Por otro lado, muchos novios además, les apetece quedar más adelante normalmente a la vuelta de la luna de miel (hay que aprovechar el moreno…) para hacer otras fotografías vestidos como en la boda pero ya más relajados, hacer fotografías en sitios a los que no se puede ir el día de la boda por encontrarse muy lejos o que podrían se peligrosos para el vestido de la novia (como una playa, por ejemplo, o en el agua).

Normalmente se suele contratar en el momento en el que se decide la fecha de la boda y ya está contratado el convite y la iglesia, que son los puntos principales que marcan la fecha final de la boda.

Una vez que se tiene claro el día, a partir de ahí, cualquier momento es bueno, aunque cuanto antes mejor para reservar el día, preparar con tiempo el trabajo, los lugares, los detalles, etc…